Día 7: Piscina y noche de miedo

Ya estamos todos recuperados y listos para disfrutar de un estupendo día de piscina. A las 8.30 todos arriba, cómo le gusta a Nano soltar algún petardo al principio del pasillo y qué botes pegan algunos. Aunque hay otros que puede pasarles por encima un tren que ni se enteran. A desayunar para coger fuerzas y a prepararnos la mochila para disfrutar de un gran día. 

Toda la mañana en la piscina sin parar de bañarnos, jugar con la pelota, a las cartas y tomar el sol. Tuvimos una sesión de Aquagym y bailamos con Paula zumba en el agua. Una calurosa mañana en la que el mejor sitio era estar dentro de la piscina. 














A las 2 no fuimos a comer un rico bocadillo de longaniza y a seguir jugando, no paran. Fútbol, baloncesto, voleibol, carreras... Por la tarde estaba pensado ir a la playa pero como todos preferían quedarse en la piscina pues eso hicimos. Algunos podrían decir que esto es un Campus a la carta. Más juegos, más charlas en las toallas y más risas todos juntos. Algunos no salieron del agua durante dos horas. Hicimos vídeos acuáticos muy chulos que ya os iremos enseñando.












 A las 18.30 volvimos a la residencia para darnos una ducha e ir a cenar. A más de uno le pareció poco tiempo de piscina.

Por la noche vuestros hijos volvieron a montar su propia discoteca en el jardín mientras los monitores preparaban... la noche de miedo. Había que colocar sustos por todo el Complejo y maquillarse, así que mientras ellos bailaban nosotros dejábamos todo listo para que pudieran comenzar los gritos y las carreras. 

El Complejo Educativo se convirtió en un manicomio en el que los monitores se transformaron en locos que vuestros hijos debían encontrar para averiguar quién era el cabecilla de todos ellos y volver a devolverles a sus monitores. 4 escondites en el exterior y otros 4 dentro de la residencia. 

Gritos, carreras y alguna lágrima en una noche espectacular en la que los monitores se curraron una gran velada de miedo. Hasta yo me sorprendí de la interpretación de muchos que es posible que dentro de unos años los veamos en una peli de terror. Eso sí... ahora no tienen voz de tanto que han gritado para dar sustos a todos. 
Terminado el juego, terminado el miedo y a hacernos algunas fotos con nuestros monitores disfrazados. Que nadie piense que no van a dormir por esto. 
 
Por el día vuestros hijos son incombustibles pero cuando llega la noche sus batería se terminan y caen rendidos en la cama. Así da gusto porque los monitores también podemos descansar y encontramos nuestro ratito de paz. 

Séptimo día superado y ya va quedando menos...

Comentarios

  1. ¡Enhorabuena por estas actividades tan elaboradas! ¡Menuda organización! y gracias por estar siempre ahí, cámara en mano

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  2. Gracias por las fotos y el seguimiento minuto a minuto! Mis hijas ya están pensando en repetir al año que viene! Graciassss😘

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