Día 4: Piscina e hinchables

¡Buenos días familias! Ya estoy de nuevo con vosotros para contaros lo que hicimos el martes.

A las 8.30 h todos arriba para desayunar, recoger las habitaciones y poner un poco de orden. Nos preparamos la mochila para ir a la piscina y disfrutar de un gran día. Seguimos teniendo chicos que parecen peces porque no salen del agua, se podrían pegar días enteros.

Una mañana cargada de juegos en el agua, aquagym, juegos de cartas en las toallas y muchas conversaciones con los amigos y monitores.















A las 2 fuimos a comer una rica paella hecha por Sergio que les encantó a todos. Por fin conseguimos que hasta los que menos comen se alimentaran bien. Comer bien es importante para seguir el ritmo y evitar malestar. Estamos seguros de que ganaremos esta "batalla" con todos.


Por la tarde, más piscina, esta vez con hinchables y colchonetas. Hicimos un montón de carreras y lo pasamos genial. Cuando se hizo la hora de marcharnos vuestros hijos no querían irse, se habrían pegado horas y horas jugando en la piscina.









Volvimos a casa para darnos una ducha y disfrutar de tiempo libre para estar con todos nuestros amigos. Para algunos es el momento más esperado del día porque es también la hora de usar el móvil y conectarse con el resto del mundo.

La velada de la noche fue un juego muy chulo en el que lo pasaron en grande. ¿Conocéis Survival Zombie? Pues aquí en Tarragona tuvimos una pequeña adaptación de ese juego que se está poniendo de moda. Los monitores fueron infectados y convertidos en zombies y los niños tenían que esconderse de ellos para evitar se pillados y convertidos en zombies. A la vez tenían que recorrer el Complejo Educativo para encontrar pistas que les llevasen hasta el lugar donde se escondía el premio de la noche. Tuvimos dos ganadores que encontraron las pistas hasta llegar al sitio secreto donde se escondía el premio, los zombies les perseguían por todos los sitios y al final del juego los supervivientes fueron "rescatados" en la furgoneta.



Fotos con nuestros monitores, que a pesar de ir disfrazados, estaban tan guapos como siempre.

A dormir y a recargar la batería para otro gran día...

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